Los diferentes tipos de lentillas

Putting contact lens in eye

Hoy en día existen muchas opciones donde elegir en cuanto a las lentillas. Las hay de diferentes materiales, diseños y colores, que ayudan a corregir muchos defectos de la visión. Los usuarios pueden elegir entre una gran variedad, incluyendo las lentes de contacto de uso prolongado y las de uso diario. En este artículo revisamos los principales grupos de lentillas.

Lentillas rígidas permeables al gas

Las lentillas rígidas permeables al gas son lentes de contacto rígidas. Puede que tardes un tiempo en acostumbrarte a ellas, y no son tan cómodas como las lentillas blandas. Sin embargo, poseen otros beneficios, principalmente su duración que se debe al material plástico firme del que están hechas.

Lentillas blandas

Cómo habrás podido adivinar por el nombre, este tipo de lentillas son una alternativa más flexible y agradable a las lentes de contacto rígidas. Permiten que el oxígeno pase a través de la córnea y se considera que son más cómodas y fáciles de poner. Por ello, es el tipo de lentilla más usada. Las más recientes son de hidrogel de silicona con el fin de proporcionar más oxígeno al ojo durante su uso.

Estas lentes de contacto cubren la totalidad del iris, la córnea y la mayoría de la esclerótica. De forma similar a una esponja, las lentillas blandas incorporan agua y deben de ser dejadas en una solución para lentillas cuando no estén siendo utilizadas. De este modo prevenimos que se sequen.

No tienen la misma duración que las lentillas rígidas, y deben ser reemplazadas. La frecuencia de sustitución varía dependiendo del material y el diseño de la lente. Sigue la frecuencia que te recomiende tu optometrista o médico.

  • Las lentes de contacto mensuales son las favoritas de algunas personas porque se pueden utilizar por un periodo de tiempo más amplio. Siempre revisa las instrucciones del producto en particular. Otras lentes no podrían ser aprobadas para tal uso ya que el oxígeno no llegaría a la córnea.
  • Las lentes de contacto diarias son una alternativa popular. Se desechan al final de cada día, eliminando el riesgo de bacterias que se pueden acumular en ellas y transmitir al ojo. Además, al utilizar lentillas diarias no necesitas comprar una solución para desinfectarlas después de su uso.

Posibles problemas asociados al uso de lentillas

Aunque son muy prácticas, hay algunas personas a las que no les gusta utilizarlas. Analizamos un par de quejas más comunes entre los usuarios de las lentes de contacto.

Ojos secos

Desafortunadamente, suelen causar sequedad de ojos. La sequedad generalmente ocurre cuando las lágrimas se evaporan rápidamente o con menor frecuencia cuando la glándula lagrimal no produce la suficiente cantidad de lágrimas para lubricar el ojo.

La película lagrimal se extiende a través de la superficie del ojo pero las lentillas forman una barrera entre el párpado y el ojo. Las lentes pueden aumentar la evaporación de la humedad del ojo. En consecuencia, la superficie ocular tiene unos niveles de humedad reducidos, lo que puede originar rojez y dolor.

La sequedad ocular origina que te sientas incómodo con las lentillas, mientras que la evaporación de la humedad por el uso de las lentes puede empeorar los síntomas de la sequedad.

Ojos infectados

Existe una amplia variedad de causas que producen infección –incluidas las infecciones bacterianas y virales– y las lentillas pueden empeorar la situación. El cuidado incorrecto de las lentes puede acumular bacterias en éstas, las cuales se transfieren alrededor del ojo causando irritación y, posiblemente, infección.

Si tienes los ojos irritados y usas lentillas, se recomienda evitar su uso hasta que esclarezcas cuál es la fuente del problema.

Prevención y tratamiento de los ojos secos e irritados

Evitar la sequedad ocular es relativamente simple. Las lentillas pueden desencadenar los síntomas de esta afección, por lo que necesitas controlar la frecuencia de su uso. Además, no utilizarlas cuando no sea absolutamente necesario, da a tus ojos un respiro y la oportunidad para reponerse e hidratarse a sí mismos.

Como hemos mencionados, la irritación del ojo cuando usas lentillas se puede deber a un cuidado incorrecto de éstas. Puedes minimizar su riesgo asegurándote de que las lentillas están bien esterilizadas después de cada uso. Si el problema persiste, el optometrista te puede aconsejar que utilices unas lentillas con un material diferente.

Sin embargo, existen un gran número de soluciones disponibles. Las gotas lubricantes, también conocidas como lágrimas artificiales, se pueden aplicar para aliviar la sequedad. De forma similar, se puede aplicar el spray para ojos que ayuda a evitar la evaporación de la lágrima. Siempre debes leer las instrucciones del prospecto para asegurar que el producto se puede utilizar con lentillas.

Otro método es aplicar una compresa fría sobre los ojos durante un par de minutos durante intervalos regulares de tiempo durante el día. Puede ayudar a aliviar los síntomas de la sequedad y el dolor ocular.

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